
Lo cierto es que mis pensamientos tambien se llenaron de cosas pequeñas y otras mucho mas significativas, crear actividad laboral, invertir en obras sociales, cultura, patrocinar proyectos educativos o financiar a grupos scouts, cualquier cosa con algun fin filantrópico... y asi transcurrio el tiempo, la pieza se llenó de nubes imaginarias que pasaban delante de mi, en la oscuridad.
Y toda esta reflexion a raiz de un encuentro inesperado en el bolsillo de un polerón, un encuentro que me alegró y me hizo dalre la razon a esa afirmacion popular que dice que son las cosas pequeñas de la vida que te hacen sentir bien.
Y asi es, si tenemos a esa pequeña e insignificante cosa llamada naturaleza que esta ahí, casi sin percatarnos y recordé además que debemos cuidarla para que dichosa ella nos entregue sus frutos que con tanto esmero ha hecho evolucionar para el deleite de nuestro cuerpo y en especial nuestras mentes.
Tambien está la musica, que se tambien me hace sentir bien.
Pero bueno, al final la pregunta es ¿quien quiere ser millonario si hay weed?
Aparte que no saqué ni un numero en el loto.
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